Reseña del libro "Teth, mi serpiente"
Este es un libro de arquetipos, probablemente, surgidos miles de años antes del mito genésico yavista. Las parábolas aquí se relacionan a la Matriz de la Psique colectiva, se actualizan y se ofrece una síntesis protohistórica que va de la mención de la Antigua Tarsis (Tartessos), aludida por Isaías, Jeremías, Ezequiel y Abdias, el griego Pausanias, a las confesiones abrahámicas. De este modo, Carlos López Dzur nos remonta al contacto de los judíos con la Península Ibérica desde tiempos de Salomón. López Dzur aprovecha la trinidad formada por Serpiente-Manzana-Paraíso. Las Tres Doncellas de Occidente son las que marcan nuevos Senderos y, para el poeta, el rumbo es el Caribe, con sus Tres Antillas Mayores y el Nuevo Hombre que nacerá allí, desafiando rivales y gorgonas en vecindarios desleales. Teth es la serpiente (novena letra del alfabeto judío). También es la Novia Cósmica, la Gema venusina o Graal; compañera que prohíja el Niño Divino / el Krestos de luz / luciferino), quien a su vez busca la radiancia del Cristal, la paz, las palomas del futuro y, así como la Novia anhela, su buen compañero para lo femenino. El hallazgo es el conocimiento de la esencia serpentina: Teth, una nueva educación para los niños del Libro / la Torá. En le lectura poética de estos arquetipos ancestrales: Tartessos es la Tierra Prometida, el jardín de las Hespérides y las esperanzas.